Días.
Días de tormento, días de agonía.
Días que me dejan herida y abandonada.
Días que no vuelven más.
Recuerdos.
Recuerdos que permanecen constantes en tu mente.
Cosas que, aunque quieras, no podrás olvidar jamás.
Recuerdos que te persiguen, que siempre están al asecho,
esperando tu peor momento para salir a la luz.
¿Alguna vez has tenido esa sensación de que el ‘aleatorio’ de tu reproductor de música está conspirando en tu contra con tu agonía?
Yo sí, para ser sinceros, casi todos los días.
Siento que el mundo entero está en mi contra.
Que las parejas han decidido salir para presumir su felicidad.
Que el sol ha decidido brillar más para mostrar su calidez.
Que esas rosas del jardín han decidido florecer, y mostrar su hermosura.
Y que tu, mi preciosa criatura, has decidido pasar por mi casa,
para hacerme saber que tienes todas esas cosas.
Y que yo no te tengo a ti.
Así que hoy voy a brindar solo.
Por mi gran amiga,
esa que nunca me abandona,
esa que estará siempre conmigo.
Esa que no tiene razones para presumirme nada,
porque sabe que ya los demás se encargan de hacer mi vida lo suficientemente miserable.
Ella que es mi fiel compañera,
de un bello nombre como lo es: Soledad.
-Anónimo
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